El Fideicomiso Romano (Fideicommissum) El orígen de la gestión de bienes ajenos
Antes de que existiera el Trust anglosajón o la Bula Papal, Roma inventó una figura jurídica para encajar en su ordenamiento jurídico ciertos casos rígidos de sucesiones: el Fideicommissum.
A diferencia del testamento rígido, el fideicomiso romano se basaba en la Fides (Fe/Confianza). Era un ruego, no un mandato legal al principio.
1. El Origen: Tratar casos de sujetos fuera de la Ley de Sucesiones
En Roma, mucha gente (extranjeros, exiliados) no tenían "capacidad jurídica" para heredar. Para solucionar esto, el testador dejaba sus bienes a un ciudadano romano capaz (Fiduciario) con el ruego de que se los entregara al verdadero destinatario (Fideicomisario).
Fue el Emperador Augusto quien le dio fuerza legal a estos "ruegos", creando el primer sistema codificado donde una persona posee algo legalmente, pero en beneficio de otra.
2. Diferencia con el Trust Moderno
Aunque parecidos, el Fideicommissum romano no dividía la propiedad en dos (Legal/Equitativa) como el Trust inglés. Sin embargo, sentó la base psicológica: usar a un tercero (hombre de paja o administrador) para gestionar bienes que, por ley, no deberían estar ahí.
Reflexión Final
El fideicomiso nació como una herramienta de elusión y confianza. Comprender que Roma ya usaba intermediarios para gestionar patrimonios nos ayuda a ver que la estructura actual de "Administradores Estatales" no es nueva; es una adaptación imperial de la vieja Lex Scripta.
Fuentes de Derecho
- Institutas de Justiniano: Libro II, Título 23 (De Fideicommissariis hereditatibus).
- Gayo: Institutiones, Comentarios sobre la evolución del encargo de confianza.

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